Tanto los consumidores como los propietarios de negocios, debemos aspirar siempre a ser lo más transparentes posibles. Esto implica, poner a disposición de nuestros consumidores, toda la información necesaria para que entiendan todo el proceso de funcionamiento de nuestro negocio. La trazabilidad alimentaria por ejemplo, es un punto interesante por el que empezar.
La trazabilidad alimentaria, comúnmente entendida como la trayectoria que sufre un producto o lote desde que se obtiene o genera, hasta el momento en que entra en nuestra cocina. Dicho de otra manera, consiste en un control pormenorizado que garantiza la seguridad y la calidad de los alimentos desde su origen hasta el momento en que son consumidos.
Este término, ha cobrado especial importancia en los últimos años, dicho éxito es debido en gran parte, a la cantidad de alergias alimentarias que se han venido desarrollando de unos años para acá, a la necesidad imperiosa de los consumidores por conocer absolutamente todo lo que contienen los alimentos que consumen, y del compromiso, como expertos hosteleros, en ofrecer a nuestros clientes la mayor calidad y el compromiso más sentido.
Este proceso se aplica tanto a las empresas como a los proveedores, en el caso hostelero, aplica directamente a todos los eslabones de la cadena. Integrándose en este concepto, desde el origen del producto hasta su consumo. En esta trayectoria están integrados los procesos tanto relacionados con la producción del producto como los de la comercialización del mismo.
Gracias al conocimiento de todo el proceso, sabemos a quién acudir en caso de que se produzca algún defecto en el producto o una incidencia en el lote del mismo. Con él, podemos localizar exactamente quién ha sido el responsable y en qué momento de la cadena se ha producido el incidente.
Por encima de todo, la máxima de una buena trazabilidad es detectar cualquier problema que pueda afectar a la seguridad del consumidor o que afecte a los alimentos destinados al consumo.
En hostelería, podemos distinguir tres tipos de este procedimiento:
Las ventajas de hacer trazabilidades correctamente saltan a la vista, además de ofrecer transparencia a todo el proceso de suministro, la calidad y la seguridad alimentaria aumentan. Principalmente porque tenemos un registro y un conocimiento específico de todos los estadios por los que han pasado los productos o los lotes. Así que, a partir de ahora, ¡no olvides de tener en cuenta este procedimiento en tu negocio!