Te contamos todo lo que necesitas saber sobre el maridaje de pescados. La gran importancia está en elegir un vino que no reste protagonismo al plato. Veremos qué aspectos hay que tener claros a la hora de elegir el vino, como el tipo de pescado y su sabor, o el porcentaje de grasa del pescado, si es graso, semigraso o blanco.
Con este post podrás elegir las mejores combinaciones, las cuáles suelen venir de un vino blanco, un tinto joven o un rosado ligero.
Vinos para acompañar según el tipo de pescado
Actualmente, contamos con una gran variedad de vinos para elegir a la hora de acompañar nuestro plato. Múltiples elecciones en cuanto a matices y aromas, que deben complementar el sabor de nuestro pescado.
A continuación, clasificaremos los pescados en tres grandes secciones según su porcentaje de grasa: pescados blancos, semigrasos y grasos, y veremos qué vinos maridan mejor con cada uno.
Vinos para pescados blancos
Los pescados blancos son aquellos cuya grasa está por debajo del 2%.
Su sabor es muy suave y su carne jugosa. Entre ellos podemos encontrar pescados como el Bacalao, la merluza o el rape.
Para los pescados blancos se recomienda un vino blanco con sabor suave. Vinos ligeros y frescos como el Albariño, Verdejo, Godello o Chardonnay potenciarán su sabor. Además, es aconsejable que tengan una acidez adecuada para equilibrar los sabores del pescado.
Aquí te presentamos algunos tipos de vinos blancos que pueden funcionar bien con pescados blancos:
- Sauvignon Blanc: Es un tipo de uva especial para vino blanco y se caracteriza por ser fresco y vibrante, con notas herbales y cítricas. La acidez del Sauvignon Blanc hace que sea una excelente opción para pescados blancos.
- Albariño: Es una variedad de uva con D.O Galicia, el vino procedente de este tipo de uva es conocido por ser fresco y afrutado, con notas de manzana verde, cítricos y un toque de salinidad. El Albariño puede ser una excelente opción para maridar con pescados blancos, especialmente si se cocinan con un toque de limón o con una salsa con un toque ácido.
- Riesling: Variedad de uva blanca, Alemana, el vino que procede de esta uva puede ser una excelente opción para maridar con pescados blancos, ya que tiene una acidez alta y notas de frutas cítricas, manzana y pera. El Riesling también puede ser una buena opción si el pescado se prepara con hierbas frescas como el eneldo.
- Pinot Grigio: Es una variedad de Uva blanca procedente de Italia, el vino procedente de esta uva es conocido por ser ligero y fresco, con notas de manzana verde y cítricos. El Pinot Grigio puede ser una buena opción para maridar con pescados blancos, especialmente si se sirven con una salsa ligera.
Vinos para pescados semigrasos
Esta categoría de pescado está conformada por especies de pescado que tienen un porcentaje de grasa de entre 2% y 5%.
En este grupo podemos encontrar la lubina o la dorada. Ya que son pescados con sabores un poco más intensos que los blancos son perfectos para acompañar con vinos blancos con un poco más de fuerza y variedades afrutadas, como pueden ser los vinos blancos elaborados con este tipo de uvas:
- Zalema: con un sabor fresco y ligero, con notas cítricas y florales. Es un vino que se marida bien con pescados semigrasos como la lubina.
- Verdejo: Este vino tiene un sabor fresco y afrutado, con notas cítricas y herbáceas. Es un buen maridaje para pescados semigrasos como la dorada.
- Godello: con un sabor fresco y afrutado, con notas cítricas y florales. El Godello es un buen maridaje para pescados semigrasos como la dorada.
Vinos para pescados grasos
Cuanto más fuerte sea el sabor o porcentaje de grasa del pescado, más posibilidades de maridaje tiene, ya que es más difícil camuflar su sabor.
Los pescados grasos son aquellos cuya composición de grasa supera el 5% y, normalmente, contienen un alto contenido en Omega–3.
Para maridar pescados grasos, como el salmón o el atún, es recomendable elegir vinos blancos con un cuerpo medio-alto y una buena acidez. Algunas opciones podrían ser:
- Chardonnay de crianza en barrica: Este tipo de vino tiene un cuerpo medio-alto y una acidez moderada, lo que lo hace ideal para acompañar pescados grasos. Además, la crianza en barrica de roble americano puede aportar notas de vainilla y tostado que complementan el sabor del pescado.
- Sauvignon Blanc: Es una variedad de uva blanca con la que se produce un tipo de vino blanco que es conocido por su acidez y frescura, lo que lo hace perfecto para contrarrestar la grasa del pescado. También puede presentar notas herbáceas y cítricas que realzan el sabor del plato.
- Riesling: Si el pescado tiene una preparación agridulce o con sabores exóticos, un vino Riesling puede ser una buena opción. Con este tipo de uva se elabora un vino blanco que tiene una acidez alta y notas de frutas tropicales y cítricas que complementan bien los sabores del pescado.
Los más grasos, normalmente azules, como el caso del bonito, la caballa, el pez espada o el atún, se pueden combinar también con vinos rosados muy frutales.
Vinos para pescados según la elaboración
Para resaltar los matices de nuestro pescado y acompañarlo de un buen vino nos guiaremos por la técnica que usamos en su preparación.
- Para guisos poco especiados o a la plancha: optamos por vinos con notas ácidas y con matices suaves para que no interfieran con nuestro producto de base, y que no hemos llegado alterar demasiado su naturaleza con la elaboración, tampoco lo haremos con el vino que lo acompañe.
- En pescados crudos, elegiremos un vino seco con notas carbónicas, el cuál acentuará los matices a yodo que conservan al no cocinar el producto.
- En caso de pescados más elaborados los acompañaremos con vinos afrutados y ligeros en caso de ser sabores suaves.
- También si los pescados están elaborados con salsas contundentes, especiadas o van acompañados con una fuerte guarnición, es posible maridarlos con vinos tintos.
El mito no usar el vino tinto para acompañar pescado
A menudo se asocia el maridaje de vino tinto con carnes, sin embargo, también puede ser una buena combinación con pescados.
La clave del maridaje de vino tinto con pescado es que éste no enmascare el sabor de los alimentos, sino que lo potencie.
Los pescados con mayor proporción de grasa, como puede ser la anchoa, sardina, jurel etc, podemos acompañarlos de vinos tintos con mayor cuerpo, esto también pasa con pescados como el bacalao o el rodaballo, que a pesar de ser pescados blancos tienen un sabor con mucha personalidad, que encajan bien con un buen vino tinto.
Así como pescados con elaboraciones especiadas o contundentes, tal y como vimos en el apartado anterior.
TIP: si prefieres un vino tinto con cuerpo podemos enfriarlo uno o dos grados para evitar que los taninos saturen tus papilas gustativas y enmascaren el sabor del pescado.
¿Qué pescados podemos maridar con vino tinto?
- Atún: debido a su intenso sabor y firme textura, el atún puede funcionar con variedades de uvas con las que se elaboran vinos tintos más suaves y afrutados, como un Pinot Noir o un Zinfandel.
-
- Hay que tener en cuenta que, en el caso del Atún tenemos un gran abanico de posibilidades en cada corte:
- Cortes como el lomo son más magros y cargados de colágeno, esto hace que lo podamos acompañar de vinos con sabores más complejos, como pueden ser: crianzas, robles, reservas. Con aromas frutales que aporten frescura.
- Cortes como el “toro” (ventresca) tienen un alto contenido en grasa pero a su vez, son los más delicados. En este caso conviene maridar con un vino mucho más fresco como un joven Garnacha, Syrah o Tempranillo.
- Salmón: el salmón tiene un sabor más suave que el atún, pero aún así puede maridar con algunos vinos tintos más ligeros y afrutados, como un Merlot o un Syrah.
- Caballa: la caballa es un pescado con un sabor fuerte y aceitoso, por lo que puede funcionar con vinos tintos más intensos y con cuerpo, como un Malbec o un Cabernet Sauvignon.
- Anguila: la anguila es un pescado graso y sabroso que puede funcionar con vinos tintos más suaves y frutales, como un Pinot Noir o un Beaujolais.
- Sardinas: las sardinas son un pescado con un sabor intenso y ahumado que puede combinar bien con vinos tintos ligeros y frescos, como un Gamay o un Cinsault.
- Trucha: la trucha es un pescado con un sabor suave y delicado que puede maridar con vinos tintos más ligeros y frutales, como un Merlot o un Tempranillo.
- Pez espada: el pez espada es un pescado con una textura firme y un sabor intenso que puede funcionar con vinos tintos más intensos y estructurados, como un Cabernet Sauvignon o un Shiraz.
- Bacalao y Rodaballo: dos especies de pescado blanco con mucha personalidad. Ambos quedan bien con vinos tintos suaves y afrutados como un Pinot Noir o un Merlot. Aunque si buscas un vino tinto con más cuerpo, también podemos maridar estos pescados con un tempranillo o un Syrah.
En resumen, el maridaje perfecto es aquel que no enmascara el sabor del plato de pescado, sino que lo potencia o complementa.
Por lo tanto, los vinos más ligeros suelen acompañar mejor la suave textura del pescado. Sin embargo, para pescados con salsas y guarniciones más fuertes, es posible maridarlos con vinos tintos potentes.
En cualquier caso, es importante recordar que el maridaje de vinos y comidas es una cuestión de preferencias personales. Lo mejor es experimentar y encontrar las combinaciones que mejor funcionen para cada paladar.