Congelar alimentos es una práctica muy implantada en nuestra sociedad, se inició con el fin de ayudarnos a conservar los alimentos durante más tiempo y también para economizar nuestra carta. Sin duda, es una tradición útil y pragmática que todos llevamos a cabo cada día, además de una práctica segura e higiénica. En el sector de la hostelería es una forma de evitar el desperdicio de los excedentes.
Desmontando creencias de productos congelados
A pesar de todas estas ventajas, existen una serie de mitos sobre los peligros de los congelados que hoy vamos a desmontar:
1. «Los alimentos congelados requieren de conservantes y/o sustancias químicas»
A diferencia de lo que se cree, el proceso de congelado se hace precisamente para conservar el alimento durante más tiempo, con todos sus valores nutricionales. Congelar un producto a -18º evita la proliferación de microorganismos perjudiciales para el mismo. Por ello, es importante que en los negocios de restauración haya congeladores con mucha capacidad, para garantizar al consumidor un producto en perfectas condiciones.
2. “Descongelar el producto en la encimera”
A la hora de descongelarlos, debemos hacerlo en la nevera, y con una fuente que recoja el agua natural del pescado. Así el cambio de temperatura no será tan brusco y pudiera acabar perjudicando a las propiedades naturales de dicho alimento.
3. “No tienen fecha de caducidad”
Este tipo de alimentos sí tienen fecha de caducidad. Sí es cierto que el proceso de congelación alarga la vida de los comestibles, pero debemos prestar atención a las fechas de caducidad indicadas en los envases de estos.
4. “No podemos volver a congelar un producto ya descongelado”
Cuando un alimento se congela, se forman cristales de hielo que rompen un poco las fibras del mismo. Por eso es importante saber congelar bien, hacerlo en el menor tiempo posible, para que la formación de cristales internos sea mínima y el alimento se «rompa» lo menos posible.
Cuantas más veces congelamos y descongelamos, más cristales de hielo se formarán y más se degradará el alimento.
5. “Mejor congelar un alimento en el restaurante”
Es mejor congelar el alimento nada más sea capturado, mediante procesos que mantengan todas sus propiedades organolépticas. Recibiendo de esta manera alimentos de calidad en tu restaurante.
6. “Todos los alimentos se pueden congelar”
No todos los alimentos se deben congelar, como por ejemplo: los huevos, los quesos, las salsas emulsionadas, los postres caseros o las verduras que se quieren comer en crudo, ya que en esta clase de alimentos la formación de cristales que se producen al congelar es más inestable, lo que hace que la textura final sea peor e incluso, que al descongelarse su sabor se ve alterado.
7. “Los productos ultracongelados son malos”
De hecho, son aún más efectivos que los congelados, ya que el proceso es más rápido y, por tanto, conservan mucho antes las propiedades naturales de los alimentos. Manteniendo sus propiedades a la hora de servir en tu restaurante.
8. “Los alimentos congelados no se asocian a cocina creativa”
Cada vez son más los restaurantes que innovan con nuestros productos en las recetas para su carta. Suponiendo un ahorro de costes, ya que se evitan los desperdicios utilizando únicamente el producto necesario.